Un punto increíble, una ovación atronadora y, por sobre todas las cosas, un rival aplaudiendo, rendido a sus pies. Todo eso vivió Carlos Alcaraz en su trabajoso triunfo frente al italiano Lorenzo Sonego, que le permitió avanzar a la tercera ronda del Australian Open. No le fue fácil al español, número dos del mundo, que se impuso por 6-4, 6-7 (3-7), 6-3 y 7-6 (7-3), en tres horas y 25 minutos. Con 20 años, el nacido en El Palmar consiguió su triunfo número 157 triunfos en un total de 200 partidos disputados en el circuito.